sábado, octubre 21, 2006

Drama

"Mi hijo va a ser actor cuando crezca; le dices llora y él llora"

Aaaaaah por suerte nunca escuché esas chingaderas por parte de mi madre. Claro, si por ella fuera, ahora estaría a punto de graduarme como médico.

Aún recuerdo cuando dejé la medicina. Pensamientos cuadrados y reglas fijas; nada es de otra manera, todo es igual, nada cambia a excepción de nuevas técnicas y tratamientos pero no hay cabida para el error. El hígado es hígado y siempre está del mismo lado en condiciones normales (puta! y en condiciones normales, desde ahí empiezan a condicionar). Yo me he formado a base de errores, moldeando los métodos a mi antojo, estirándolos y aplastándolos como bichos. Cuando estaba en medicina habría sido fatal hacerlo. Hay quienes me han dicho que me equivoco, pero no lo creo porque he estado ahí. Me harté de trabajar con gente cuyo ego es más grande que su cabeza y no los deja voltear a ver las pequeñeces del mundo. Ahora trabajo con gente cuyos egos son enormes, pero ellos al menos saben trabajar en equipo y aceptan la derrota cuando llega... "Artistas", dirían algunos. Seres humanos que se conocen a sí mismos, diría yo.

Las "artes" no hacen más que descubrirte quién realmente eres, ninguna otra actividad te da la oportunidad de voltear hacia adentro con tal detenimiento que te sorprende lo que encuentras ahí. La meditación y las artes marciales podrían lograr un efecto similar, pero finalmente todo es parte de lo mismo: Trabajar con el yo propio.

La creación de un personaje, por ejemplo, puede atrapar como nadie se imagina. Encuentras en ellos tantas virtudes, tantos vicios, chistes, creencias, gustos, que "identificarte" con él no es nada; no es nada porque eres tú. Como una maestra me dijo en su momento: Todo está en tí, en tí cabe todo. Cuánta razón tenía. Sólo basta con voltear y analizar para darme cuenta de que ahí adentro, en algún lugar está el asesino, el hijo de familia, el rey, el mendigo, el maniático, cualquiera. No hace falta romperse la cabeza pensando "¿cómo haría él si...?" porque es tan facil pensar "qué haría yo si...?". Y entonces el personaje tiene tanto de tí que terminas odiándolo o amándolo, pero es una relación tan enfermiza que a pesar de sentir una repulsión enorme por él, lo quieres.

Es lo maravilloso del ser actor, que te conoces más que cualquiera. No se trata de "expresarte", en el teatro esas son mamadas, o por lo menos lo son hasta que sabes qué chingados quieres expresar... Pero aún así. El teatro es para mostrarte como eres, para compartir tus miedos y alegrias con el otro, para decirles "estoy vivo!", no para "expresarte", para eso mejor escribe una carta y leésela al público.

Como todo, el teatro también me ha hecho sufrir, ha sido difícil y angustiante pero esos momentos hacen que los logros valgan la pena. Y he hablado desde el punto de vista actoral, pero no creo que las otras "artes" se salven de muchas de las cosas que he mencionado aquí...

Buenas tardes.

sábado, octubre 07, 2006

Rainy days never stays...

"El amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo..."

Seeeeee, estaba viendo Animal Nocturno y estaba Chabela Vargas, a webo!

¿Cuántas veces dije que te amaba? ¿Con cuánta pasión lo dije la primera vez? ¿Con cuánta la última? No importa. A veces no se si arrepentirme de haberlo dicho o gritar con orgullo que lo hice. A veces no se hacia dónde iban esas palabras. A veces ni siquiera se de dónde venían. Simplemente las dije con la firme intención de que fueran escuchadas y tomadas en cuenta como algo importante; pero son sólo palabras y no significan nada por sí mismas... Me viene a la mente un flashback de alguna de mis clases de actuación: Hablas y hablas Carlo, pero no nos dices nada.... Chale.

Estoy feliz... Sí... En las nubecitas... ¡PERO!.

No estoy enojado... Sólo que hace unos minutos desubrí que tengo un resentimiento enorme que no me permite amarte como siempre. Pero... ¿sabes qué? Ya no importa si te amo o no... No importa si soy un sentido y exagerado... Or a complete piece of shit... Al carajo.

Como le dije a cierta persona (a la que tontamente llamas "reemplazo")... Eres mi princesita y nada va a cambiar eso. Puedo morirme en la peor de las miserias sin ser recordado por nadie pero siempre vas a estar en ese precioso lugar. Cabron! no puedo ni ver a un wey con fosas nasales perfectas porque de inmediato pienso "ese wey le gustaría".

Jamás estuve tan seguro de mi postura como ahora... No voy a pedir disculpas por nada... No voy a olvidar nada ni bajaré la cabeza con ningún reclamo... No es orgullo, que quede claro... Yo se porqué lo hago... Y estoy seguro que a tí te valdrán madres mis razones. Eso es bueno. Ya no importa.

Tal vez te haya parecido que mi actitud fue la de un completo estúpido; a mí no. Sólo que ahora volteo para atrás y pienso What the fuck?. Al diablo.

Le dí tantas vueltas al asunto que no me dí cuenta que amarte es algo tan simple que esa simpleza no es nada obvia. Pareciera algo para lo que hay que esforzarse día con día para reforzar lo que siento por tí, pero no es así... Es simple. Tan sencillo como eso. Tanto que cuando finalmente estoy feliz con algo, otra cosa me falta; algo pequeño pero importante. No seas tonta y no digas que te reemplacé... Idiota... Sí, no me importa usar esas palabras contigo... Ya no... Tu puedes llamarme basura con toda confianza. El reemplazo era sólo una idea y una manera en que los tres (no sólo yo) tratábamos de evadir la realidad: Te nos vas. Un simple chiste que tú, como siempre, tomaste de la peor manera... "pinches viejas", diría yo (y aclaro, antes de que algo pase si otra mujer lee esto, que no es un comentario machista ni nada; es más un chiste entre nosotros).

Ahora estoy muy feliz conmigo, pero no sirve de nada si me falta un pedazo.

Esto no es una disculpa ni una confesión ni nada de eso... Es simplemente un nuevo escalón en un proceso que mi alma está experimentando. Se siente bien. ¡Eres la neta cabrona!

No me haces falta ni te extraño porque has estado conmigo todo el tiempo desde la última vez que te ví antes de que la crisis ocurriera. Esté con quien esté, no dejo de hablar de tí...

No dejo de crecer. Voy a marchas forzadas pues sabes que he perdido el tiempo, pero creo que ha valido la pena... 400 años pasarán muy rápido.

Buenas noches.