sábado, septiembre 24, 2011

A stray moon.

Viene de aquí.
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Garnita fue llevada de inmediato a la casa de la pareja. La lavaron y le dieron de comer. Ella no podía pronunciar más que dos palabras: "Naneth, ada", mientras sus ojos, vacíos, miraban al frente en un gesto de miedo. Su cabello era largo y rubio, casi platinado. Y su piel blanca sólo estaba manchada por una pequeña marca de nacimiento en forma de media luna detrás de su cuello. Sus orejas eran largas y delgadas.

La pareja nunca había visto algo así con sus propios ojos. Era un elfo.

Se sabía que cerca de Nimbreloth había una pequeña aldea cuya población estaba conformada principalmente de elfos. Pocos los habían visto debido a que casi nadie atravesaba el bosque que separaba a la ciudad de la aldea. Los pocos elfos que salían sólo lo hacían buscando a los comerciantes de Nimbreloth y nunca viajaban más lejos. Una elfo tan pequeña lejos de la ciudad era impensable.

La pareja, Niriel y Berlan, decidieron cuidar de la niña por un par de días. Planeaban viajar a Nimbreloth y preguntar por sus padres. Sin embargo, justo el día de su partida llegaron noticias de Nimbreloth y no eran buenas.

La ciudad llevaba poco más de 7 días siendo atacada. Muchos comerciantes fueron asesinados y las aldeas a sus alrededores fueron saqueadas y destruidas. Nadie sabe con exactitud qué impulsó los ataques, sólo se detuvieron en cuanto todos los comerciantes, entre los que se encontraban varios elfos, habían sido asesinados.

Era obvio que la pequeña elfo había escapado de la masacre y es difícil precisar por cuánto tiempo había estado deambulando sola.

Garnita quedó al cuidado de Niriel y Berlan.