A veces nos volvemos tempestades. Todo se derrumba y vuela a nuestro alrededor; no entendemos lo sublime de la situación. El universo, la vida, el destino, Dios (el que sea), etc. se ponen artísticos y nos obligan a representar el drama de nuestra vida. Por un par de minutos... Porque el dolor puede venir desde hace días, semanas o meses, pero la representación es efímera.
Dicen que es mejor cuando llueve
Y tus ojos devoran el viento
Dicen que es mejor si no miras
Que seas tempestad en secreto.
Lo importante, quizás, es tu tormenta
Quieras o no te envuelve
Tu tormenta.
Tu viento.
Quizás importe.