Una vez miraba la lluvia
ligera, terca y desafiante.
Desdoblaba la tierra y se reía,
me miraba de vuelta y caía.
Una vez miraba al espejo,
esperando sin esperar nada.
Otra vez te tocaba de lejos
Y sentía que el viento me golpeaba la cara.
Una vez y otra vez te inventaba.
La inventaba, lo inventaba.
Nos deseaba cerca. Nos deseaba alegres.
Nos deseaba reales.
Así vez tras vez miraba al cielo
Un día era rojo y sin estrellas
Otro era negro y centelleante.
Ayer lo miraba, sin esperar nada,
como siempre.
Ayer un ave surcaba entre nubes amarillas
Y bailaba y reía. Y me miraba.
Y al fin existía.
Desde entonces va y viene
y trae regalos y fantasías.
Trae estrellas, soles sonrientes
Y mantas para las noches frías.
Al final fuiste.
Al final eres.
Al final somos.
Aves entre nubes amarillas.