VI
Esta silenciosa tarde
te buscaba por la playa.
Pero tras esa muralla
que no salto por cobarde
entre mil rescoldos ardes.
Si desde altamar se mira
el fuego que a tus pies gira
no necesito buscarte.
Me basta, por otra parte,
caer a tus pies en la pira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario