jueves, junio 30, 2022

Cuento corto

No te esperaba.
Tocaste a mi puerta y, titubeante, la abrí.
Tres palabras fueron suficientes para que te permitiera entrar.
Cuando volví a casa habías cambiado los muebles y tu cepillo de dientes estaba junto al mío.

Dejé tu vaso favorito junto a la estufa. 

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